Galería Franchetti a la Ca’d’Oro Entradas
Galería Franchetti – Ca’d’oro de Venecia – Entradas reservadas
La Ca’d’Oro di Venecia es una antigua demora patricia del 1400. Este palacio considerado desde el punto de vista arquitectónico, una de las joyas del gótico veneciano, alberga hoy la Galería de Arte Franchetti. Una colección de arte que recoge cuadros de la escuela veneta de pintores famosos, entre estos el San Sebastiao de Andrea Mantegna, obras de la escuela Toscana y Flamenca, esplendidos bronces y esculturas del renacimiento.
La colección fue donada al estado por el barón Giorgio Franchetti que compró el esplendido palacio sede de la Galería en el 1894.
Galería Franchetti a la Ca’d’Oro informaciones
Galería Franchetti a la Ca’d’Oro de Venecia esta abierta todos los días desde las 8:30 hasta las 19:00 horas con excepción del lunes que esta abierta solo por la mañana desde las 8:30 hasta las 14:00 horas. El ingreso esta consentido hasta 30 minutos antes del cierre del museo.
Días de cierre: los lunes, 1° de enero, 1° de mayo, 25 de diciembre.
Dirección:
Galeria G. Franchetti alla Ca’d’Oro
Cannaregio 3932
30126 Venecia
Los niños por debajo de los 6 años (no cumplidos) no deben ser señalados en el modulo de reserva, entran gratuitamente.
Atención: estos boletos una vez reservados, no son de ninguna manera modificable, ni cancelable. En caso de cancelación de la visita no será posible reconocer ningún reembolso.
Los Palacios Venecianos: las maravillas de Italia
La Ca 'd'Oro es un conocido palacio ubicado en Venecia, ubicado en el Sestiere di Cannaregio, con vistas al Gran Canal. Desde 1927 se ha utilizado como museo como sede de la Galería Franchetti.
En 1412, el comerciante veneciano Marino Contarini compró una gran superficie cerca de la frontera de Santa Sofía, que también incluía un edificio que podría llamarse Domus Magna, la Ca 'd'Oro deriva de la renovación de esta fábrica iniciada hacia 1421.
Tras la muerte del comerciante Contarini, ocurrida en 1441, el inmueble se repartió entre las hijas de este último, provocando una larguísima serie de cambios de titularidad y reformas, alterando su fisonomía, especialmente en el interior del edificio. Hacia el siglo XIX, por orden del entonces propietario, Alexander Trubetzkoi, el edificio sufrió una renovación que fue encargada al arquitecto Giovan Battista Meduna, quien implementó cambios que modificaron fuertemente la fachada de la casa. En 1894 la Ca 'd'Oro fue comprada por el barón Giorgio Franchetti que quiso llevar a cabo una restauración fisiológica que devolviera al edificio la apariencia del siglo XV. Desde el principio, el propósito del edificio fue albergar su propia colección de arte y hacerla accesible al público.
Los internos de la Galería Franchetti a Venecia
El nombre deriva del hecho que originalmente la fachada del edificio estaba revestida de oro, este acabado formaba parte de una policromía considerada uno de los mayores ejemplos del gótico floral veneciano. Se caracteriza por la pronunciada asimetría entre el lado izquierdo en el que se superponen tres bandas perforadas y el ala derecha en el que predomina la mampostería revestida de mármol precioso con aberturas aisladas. Esta asimetría no viene dada por la falta del ala izquierda, sino que fue una elección dictada por el hecho de que no se disponía de otro espacio para construir: el edificio, por tanto, no está inconcluso. A pesar de esto, todo el edificio está completamente equilibrado porque los espacios llenos y vacíos están equilibrados por expertos. En el aspecto exterior tiene muchos elementos de contacto con el Palacio Ducal como las formas del túnel del primer piso y la banda de coronación almenada. Internamente, el edificio tiene una forma de C que se desarrolla alrededor de un patio abierto, en el centro del cual se coloca una balaustrada protectora cerrada alrededor del orificio de un pozo, llamado “vera di pozzo”. Realizado íntegramente en marco brocatello di Verona, por Giovanni y Bartolomeo Bono alrededor de 1427, quienes esculpieron las alegorías femeninas de la justicia, la fortaleza y la caridad en los tres lados. Las logias de la fachada corresponden al interior de los largos salones, llamados portego, que atraviesan el edificio en toda su profundidad: típico de los palacios venecianos.
Durante los trabajos realizados por Giorgio Franchetti, se creó un suelo de mármol en el pórtico y en la planta baja. Cubre un área de unos 350 metros cuadrados utilizando la técnica del opus sectile (corte de mármol para crear decoraciones de incrustaciones) y la técnica del opus tessellatum (técnica medieval que consiste en ensamblar pequeñas baldosas de mármol, piedra, vidrio o cerámico). Los motivos geométricos representados en la decoración están inspirados en los suelos medievales de las iglesias de la laguna veneciana como la Basílica de San Marco en Venecia. Giorgio Franchetti diseñó personalmente las geometrías del suelo y se comprometió a realizarlo eligiendo no utilizar materiales clásicos como el mármol y las piedras, sino utilizar los materiales más finos como serprentino, cipollino verde, mármol luculleo y muchos otros.
La Galería Franchetti alberga la colección de arte privada recopilada por Giorgio Franchetti a lo largo de su vida. Con motivo de la inauguración del museo, se donaron obras pertenecientes a las colecciones estatales, entre ellas pinturas, bronces y esculturas venecianas y flamencas. Algunas de las obras más importantes contenidas en la Galería Franchetti son el "San Sebastiano" de Andrea Mantegna, la "Giuditta" de Tiziano, la "Venus durmiente" de Paris Bordone y grandes porciones de frescos de Giorgione, procedentes de la fachada de la Fondaco di Venezia, un edificio ubicado en el Sestiere di San Marco adyacente al Puente de Rialto.
Además de la exposición de obras de arte de gran importancia, el Palacio alberga diversos talleres dedicados a la conservación y restauración.
Las obras maestras de la Galería Franchetti
La Galería Franchetti alberga uno de los cuadros más importantes de la pintura italiana: el San Sebastiano de Andrea Mantegna.
En el período del Renacimiento los artistas se sintieron fuertemente ligados a la cultura clásica considerando la Edad Media como una fase de decadencia. El arte, por tanto, volvió su interés hacia el mundo clásico no solo para imitarlo, sino como punto de partida para la creación de algo nuevo. El arte clásico se centró principalmente en el estudio de la naturaleza para hacer más real la escena representada, utilizando también la perspectiva y las proporciones. Andrea Mantegna nació en 1431 en Isola di Carturo en la provincia de Padua. Su primera formación tiene lugar en el taller de Francesco Squarcione, un personaje apasionado por la arqueología clásica. Mantegna supo desarrollar un profundo conocimiento del arte antiguo, destinado a resultar decisivo para su éxito en el campo artístico. En 1222, el entorno paduano se convirtió en fundamental para la formación de Mantegna. La ciudad es, de hecho, sede de la universidad donde se enseña el aristotelismo y la antigüedad clásica con la presencia de artistas de la talla de Paolo Uccello, Filippo Lippi, Andrea del Castagno y Donatello. Entre 1459 y 1460 aceptó la invitación de Ludovico Gonzaga para trasladarse a Mantua donde permanecerá el resto de su vida, salvo por unos breves viajes culturales. La técnica utilizada para pintar el San Sebastiano es el encolado al temple sobre lienzo: se prepara fácilmente mezclando los pigmentos de color con la gelatina disuelta en agua caliente. La característica positiva de esta técnica es la presencia de un gran brillo, pero desafortunadamente el material permanece bastante frágil y sujeto a cambios de color durante el secado.
La pintura representa al santo romano de origen francés venerado como mártir por la Iglesia católica como protector de las epidemias atravesado por flechas.
La pintura es identificable entre las obras que permanecieron en el taller del pintor hasta su muerte en 1506. Esta obra se sitúa generalmente en la fase final de la vida del artista, debido a los oscuros presagios vinculados a la cartela (decorativa esculpida o pintada identificable en un rollo de papel). El autor ya se había dedicado a la representación del San Sebastián: una primera obra pintada en su juventud ahora se conserva en el Kunsthistorisches Museum de Viena, la otra pintada en una época más madura conservada en el Louvre. La pintura en cuestión estaba en el taller del artista como la pintura "Cristo muerto". Probablemente fue comprado por el cardenal Gonzaga. A diferencia de las dos obras anteriores, El San Sebastián contenido en Venecia es una obra intensa, expresiva y ciertamente atormentada, el clasicismo da paso al drama del sufrimiento. El Santo está representado semidesnudo, sobre un fondo negro neutro dentro de un marco falso donde se cuelgan dos filas de cuentas de vidrio y coral. El cuerpo atado domina toda la escena con el rostro parcialmente en sombras y la mirada sufriente. Numerosos detalles dan sensación de movimiento a la figura: el cabello del joven San Sebastián, la posición inclinada y el drapeado del vestido que se divide en dos cortinas ondeantes en los extremos. Las flechas atraviesan el cuerpo del mártir con una trayectoria discordante, cada flecha sigue su propia dirección sin un criterio lógico, pasando muchas veces bajo la piel y luego saliendo para acentuar la sensación de dolor que siente el sujeto y suscitar compasión en el observador. En la parte inferior hay una vela: un "memento mori" (en español "recuerda que debes morir") particularmente significativo dada la avanzada edad del pintor. El cartucho dice esta frase: NIHIL NISI DIVINVM STABILE EST / COETERA FVMVS “nada es duradero excepto Dios: el resto es humo”.
